martes, marzo 27, 2007

Condones, benditos sean.

En febrero de este año se inició el proyecto Mercadeo Social del Condón, impulsado por el Ministerio de Salud, con el fin de acercar esta imprescindible herramienta -para un sexo responsable- a las comunas más populares de Santiago. Las reparticiones beneficiadas fueron Cerro Navia, Quinta Normal, Pudahuel, Estación Central, Cerrillos y Maipú. El plan, que es financiado por el gobierno y la Asociación Chilena de Protección a la Familia (Aprofa), que tiene a cargo la distribución de los condones marca Yosí, tiene como fin combatir el SIDA y las ETS. La iniciativa, que además contempla otras regiones del país en el transurso de este año, debiera ser coronada con la autorización de la venta de profilácticos en todos los quioscos y almacenes del país a un costo mucho menor que el que cobran las farmacias.
¡Excelente idea! Tomando en cuenta que la accesibilidad sería mucho mayor y podríamos comprar "camisetas" con solo caminar hasta la esquina de nuestra casa (si es que te quieren esperar). Además, para los vergonzosos, el quiosquero ni siquiera te ve porque normalmente está rodeado de diarios, dulces y revistas. Además, "sobre la misma", te comprai la cajetilla de cigarros, los chicles y el diario!!!! Conmovedoooor. Otra cosa, cuando comience a operar la normativa, los bazares y paqueterías del barrio, aparte de la aspirina, la sal de fruta, el pañal y las toallas higiénicas, también venderán forros hermano!!! (Aunque yo conozco algunos que ya los ofrecen). Me parece justo y saludable. Las farmacias cobran caro y son menos que los quioscos y almacenes, no siempre están en la esquina de tu hogar y, por cierto, el delirio de persecusión es mucho mayor al momento de llevar a cabo la compra. Siempre bajas la voz al momento de pedirlos, ¿o no? Sobretodo la primera vez.
Ya está, es muy importante que se libere la venta de preservativos, que su costo sea mucho menor y que se expanda a los sectores populares de nuestro largo, pero angosto país.
¿Qué hubiese sido de mi última experiencia sin uno de ellos? Mejor ni pensarlo.
¿Qué sería de mí con una polola? No hablaría de estas cosas. Naaaaaaa, falso.

1 Comments:

Blogger Camila said...

¿Conoces la historia de la sopita de condón?

24 de abril de 2007, 10:00 p. m.  

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